Publicada en 1902, Cañas y barro es sin duda una de las novelas donde el vigor expresivo de Vicente Blasco Ibáñez (1867-1928) alcanza una de sus cotas más altas. Situada en el agreste escenario de la Albufera valenciana, que parece prestar a la obra su poderosa violencia, la obra narra la declinación del humilde clan de los Palomas, encarnada en la figura trágica de su último vástago, Tonet -individuo abúlico y de débil personalidad-. En el conflicto generacional entre abuelo y padre por una parte, esforzados extractores de los magros recursos que ofrece una naturaleza salvaje, y el hijo que rehuye una tradición de trabajo a cambio de una existencia especulativa, se puede advertir un trasunto de las tensiones que latían en una España convulsionada entre dos siglos.
Vicente Blasco Ibáñez (January 29, 1867 – January 28, 1928) was a Spanish realist novelist writing in Spanish, a screenwriter and occasional film director.
Born in Valencia, today he is best known in the English-speaking world for his World War I novel The Four Horsemen of the Apocalypse. He is also known for his political activities.
He finished studying law, but hardly practised. He divided his time between politics, literature. He was a fan of Miguel de Cervantes Saavedra.
His life, it can be said, tells a more interesting story than his novels. He was a militant Republican partisan in his youth and founded a newspaper, El Pueblo (translated as either The Town or The People) in his hometown. The newspaper aroused so much controversy that it was brought to court many times and censored. He made many enemies and was shot and almost killed in one dispute. The bullet was caught in the clasp of his belt. He had several stormy love affairs.
He volunteered as the proofreader for the novel Noli Me Tangere, in which the Filipino patriot José Rizal expressed his contempt of the Spanish colonization of the Philippines. He traveled to Argentina in 1909 where two new cities, Nueva Valencia and Cervantes, were created. He gave conferences on historical events and Spanish literature. Tired and disgusted with government failures and inaction, Vicente Blasco Ibáñez moved to Paris, France at the beginning of World War I.
Con la Albufera de fondo, tres generaciones de pescadores nos adentran en el día a día de las familias pobres de la ribera, de sus penas, miserias, deseos de prosperar en unas tierras regidas por los señores ricos. Tonet no quiere seguir ni la tradición del abuelo ni del padre y con esto el drama está servido. Magistral, muy recomendable.
No es fácil reseñar un clásico como este. Una historia que realmente me ha parecido impactante, y muy, muy dura. Tenía la sensación de que me iba a encontrar con un libro trasnochado, quizás envejecido por el más de un siglo que ha pasado desde su publicación, pero qué va, ¡todo lo contrario!, Cañas y barro sorprende por lo actual, sorprende por la dura crítica social que subyace en toda la historia, la situación social, la falta de cultura, las condiciones insalubres en las que se vive, la diferencia de clases… Es cierto que en ocasiones el lenguaje puede resultarnos un tanto arcaico pues ya no se acostumbra a escribir de esa manera, pero por otra parte las descripciones bordean la genialidad, realmente magníficas, y que en la literatura actual muchas veces se van a un segundo plano pues parece que el lector anda necesitado de más acción, más velocidad… pero curiosamente a mí, que no terminan de gustarme en exceso, puedo decir que las he disfrutado con enorme placer.
Más de un siglo desde su publicación y sin embargo ahí siguen, igual que hoy, la lucha por la supervivencia, el choque entre generaciones, la pasión, el amor, la codicia, el querer ser o aparentar más de lo que se es en realidad…
Los personajes también me han parecido magníficos, incluso cercanos y comprendiendo su posición y actitud ante la vida pese a ¿la maldad? que en alguno de ellos habita, como en el caso del abuelo Paloma, o la indolencia del nieto, o el coraje y el trabajo abnegado del padre, o el egoismo de Neleta…
De lo mejor que he leído en este año, una historia para ser disfrutada.
Una novela excepcional, arrolladora y viva. Nada mejor que un fin de semana en Valencia para leer esta maravilla de Blasco Ibáñez. La descripción de la vida en la Albufera de los pescadores de anguilas está relatada con la historia del tío Paloma, su hijo Tono y su nieto Tonet, el cubano; tres personalidades diferentes que generan conflictos generacionales; la pasión, el amor, la codicia, la actitud ante el trabajo y el ocio, el daño que causa el alcohol; todo tiene un color luminoso y claro bajo la pluma precisa del autor. Me gustó especialmente la historia de la serpiente Sancha y el sorteo de los redolins, los mejores lugares de pesca para sufrir o no en la miseria un año. Y ese gran último párrafo, que delata una historia de amor subterránea y trágica.
Blasco no juzga a sus personajes, pero pocos se salvan en una historia dura: humanos, con sus virtudes y sus innumerables defectos y sin maniqueísmos sociales de buenos pobres y malos ricos. El provincianismo y la incultura de una España rural no muy lejana nos muestra también lo mucho que hemos avanzado en este país. No hay piedad con los personajes; ninguno parece poder escapar del mal y la pobreza que envuelven a esta tierra preciosa.
Muy buena novela. Excelentes las descripciones, la ambientación y los personajes. Todo recuerda mucho a Zola, en el buen sentido. Pero si no le doy la mejor nota es porque me parece que Blasco se pasa con el naturalismo y cae en el tremendismo. Tampoco me gusta que el narrador omnisciente juzgue y condene a los personajes. Quitando esto la novela me ha gustado mucho, sobre todo por el ambiente valenciano, muy bien plasmado. Mención especial para Sangonera y
Maravilloso. Increíble. Para cuando terminas de leer el libro, has oído tantas cosas de Tonet, Sangonera, Neleta y Canyamel que te extraña no encontrártelos por la calle. Final inesperado y terrible. Tengo la sensación de haber escuchado en castellano una novela que debía haber sido escrita en valenciano, en el idioma de la Albufera.
Muy buen libro, te traslada a los paisajes de la Albufera, te inserta en la humildad de su gentes, las disputas, la dureza de sus trabajos; pero además el trabajo de Blasco cincelando los personajes es grandioso. En cuanto al argumento, amor, celos y final durísimo. Me quedo con la narración, fácil de leer, pero riquísima.
Hemos ido escuchando este libro durante las vacaciones pandémicas por la Albufera. Ha sido un placer oír el relato entre los arrozales, en el camino entre El Saler y El Palmar, yendo al puerto de Catarroja... En el extremo opuesto a la Albufera que puso de moda la serie de El embarcadero, nos muestra la dureza y la miseria de la vida en el lago hace un siglo. El escenario te atrapa y lo excelente de las descripciones, también.
Simplemente brutal, no encuentro otra forma de calificar esta novela. La historia, la descripción de paisajes y personajes, la degradación moral, el desenlace...
¡Qué plumas tan maravillosas alumbró la segunda mitad del siglo XIX en nuestro país!.
Obra cruda y muy bien escrita. Me encantó el estilo afilado, cínico, descriptivo y a la vez nada pesado de Vicente Blasco Ibáñez. Un clásico con todas las letras.
Blasco Ibáñez was waarschijnlijk de bekendste Spaanse schrijver van zijn tijd, mede dankzij vele Hollywoodverfilmingen van zijn boeken, maar hij is blijkbaar sedertdien behoorlijk in de vergetelheid geraakt, want voor Nederlandse vertalingen van zijn werk moeten we flink naar het verleden. Zijn klassieke roman 'Cañas y barro' (riet en modder) is bijvoorbeeld alleen in 1949 verschenen als 'Moeraskoorts'. Deze vertaling is overigens nog opvallend leesbaar, wat doet vermoeden dat ook Blasco Ibáñez' schrijfstijl zeer toegankelijk moet zijn.
'Cañas y barro' is een echte naturalistische roman, waarin tegen een achtergrond van arme vissers en rijstbouwers zich een fatale driehoeksrelatie ontwikkelt tussen de rijkste man van het dorp Palmar, de dikke herbergier Cañamel, de mooiste vrouw van het dorp, Neleta, en diens even knappe als luie jeugdvriend Tonet, alias 'de Cubaan'. Blasco Ibáñez schetst eerst een sfeerbeeld waarin alle karakters samen komen om vervolgens het hele verhaal vanaf het eerste begin te vertellen.
Het geheel speelt zich af rond het meer Albufera, ten Zuiden van Valencia (de woonplaats van de schrijver) en het is duidelijk dat Blasco Ibáñez de streek goed kent: hij weet de natuur van het meer en het erbarmelijke bestaan van diens bewoners zeer goed tot leven te brengen. De roman heeft een haast natuurlijk verloop waarin de protagonisten door hun eigen karaktereigenschappen als vanzelf hun ondergang tegemoet gaan. Blasco Ibáñez spaart zijn creaties niet en veroordeelt ze zelf in zijn tekst. Daarbij is de roman doordrenkt met het contrast tussen arm en rijk en een duidelijke oproep tot begrip en compassie voor het bestaan van de armlastige bewoners van deze streek...
Kortom, 'Moeraskoorts' is een uitstekende roman en verdient het om ook voor de Nederlandstalige lezer uit de vergetelheid ontrukt te worden.
Ha sido una relectura (aunque tras más de veinte años, es casi como leerla de cero de nuevo), pero de nuevo me ha impactado por las imágenes tan potentes que muestra, por las escenas escabrosas, por ese naturalismo que refleja de forma tan certera, desde la primera escena (la carga de la barca) hasta la escena final, en la que todo se cierra de forma perfecta.
Un excelente Blasco Ibáñez representando, una vez más, la vida de desgracias sufrida por la gente valenciana de la época. Increíble cómo desde la primera página te sumerge en lo más profundo de la Albufera.
Esta es una gran novela que nos muestra las miserias de los habitantes de la Albufera en Valencia y como intentan salir de la sordidez en que están sumidos. Tiene unos personajes increíbles como el Tío Paloma o Neleta, y un final realmente impactante y perfecto.
Diría que Cañas y Barro es trágica hasta morir, dolorosa, pero con una prosa tan magnífica que hay que leerla aunque haga daño.
Es un retrato de las gentes de la Albufera, de una Valencia y una España que ya no existen pero que son parte de todos nosotros. Es impresionante cómo Blasco Ibáñez maneja las descripciones y los matices. Ese excepcional manejo de la prosa merece una lectura detenida para conocer aquello que en otro tiempo era la vida corriente de gente corriente, sobreviviendo más que viviendo en una Albufera que daba pero que también quitaba la salud.
Los personajes son fieros pero honrados, hermosos pero horribles, envidiosos pero humildes, bellos pero avaros. Hay poca gloria en las vidas de esta gente y, cuando la hay, dura poco y se diluye en las aguas en ocasiones turbulentas de la Albufera.
Es irremediable tener en mente las caras de los personajes de la serie homónima de televisión. Como siempre, ese recuerdo mata la lectura en cierto modo, porque lo deseable es ponerle uno rostro y mente a cada uno de ellos sin ayudarse de terceros. Con todo, estaban bien escogidos y eso es merito de los que hicieron la serie. Uno construye lo que no recuerda de la serie o difiere de la obra sobre aquellas caras y aquellos actores (Bódalo, Vera, etc.)
No conozco otras obras de Blasco Ibáñez, así que no puedo juzgar si es un punto flaco del autor o no, pero echo de menos los diálogos entre personajes. Todo se cuenta usando estilo indirecto y los diálogos que aparecen en el texto son testimoniales, por decir algo, porque a lo más se refleja lo que dice un personaje y se continúa luego con el estilo indirecto de nuevo. Para mí es una falta (menor) de la obra que sin duda ganaría si el autor hubiera reemplazado ciertas partes de la otra con algo tan vivo como es el diálogo. No puedo por menos que recordar aquí el Viaje a Ninguna Parte. Qué brillante lectura, qué magníficos diálogos, pero claro, nada tienen que ver una obra con la otra y quizás lo que se cuenta en esta se cuenta mejor como su autor decidió hacerlo. No seré yo el que vaya a dudar hasta tal punto de Don Vicente.
Esta novela está genialmente trabada. Es una obra maestra sin duda y se merece su pedestal, más o menos alto. Soberbia, diálogo arriba o abajo.
Me ha costado mucho ponerle un 3, ya que es una historia tremendamente aburrida y muy predecible. Sin embargo valoro positivamente lo bien escrita que está. Para los valencianos será una obra con un componente sentimental y subjetivo, pero no nos engañemos, tanta Albufera cansa, pues no hay mucho que sacar de ésta, y la trama es muy básica.
Mi primer Blasco Ibáñez. El libro tiene como principal protagonista, sin lugar a dudas, la agreste albufera valenciana y todo lo que lo rodea. La ambientación muy conseguida, las descripciones de la sociedad que allí mal vivía muy nítidas, la historia de los Paloma, sin estar mal, más floja. De hecho apenas hay diálogos en toda la novela. Un 7,75
Un novela realista con una prosa deliciosa. Qué forma tan maravillosa de convertir el escenario más sencillo en pura belleza, de hacer poesía en cada rincón, en cada hecho cotidiano. Sin duda, una grandísima obra de un magnífico escritor.
Los ojos verdes de Neleta impregnan toda la narración. Dulce y salvaje, misericordiosa y despiadada
Ambientada en una España rural, como el autor pone de manifiesto en casi demasiadas ocasiones, Cañas y barro es un espejo donde podemos observar lo humano y la naturaleza es el plateado en el que se refleja; Blasco Ibáñez se encarga de pulir el vidrio con gran perfección para ofrecernos una imagen totalmente nítida de la sociedad valenciana del Palmar. Sus personajes (Sangonera, Tonet, Neleta, el tío Paloma, Cañamel…) crean una atmósfera tan característica que queda adherida a nuestra mente de manera indisoluble. Creo que recordaré para siempre la Albufera con todo lujo de detalles gracias a este libro.
La trama recuerda al realismo mágico de Isabel Allende, donde las generaciones se suceden y llegamos a conocer con gran detalle desde la nieta hasta a la abuela. Sin embargo, la historia en este caso se centra sobre todo en la época joven de Tonet, Neleta y Sangonera (o Sangonereta), limitando el libro a sus 192 páginas. Por otro lado, la realidad es mucho más cruda en Cañas y barro que en La casa de los espíritus, donde la magia suaviza siempre los rudos bordes de la realidad. Cañas y barro, por su influencia del naturalismo, presenta una realidad cruenta, trágica, triste, con humor pero sin perder de vista la auténtica situación social, a la cual el determinismo no deja escapar de su eterno retorno.
El sorteo de los redolins es la única oportunidad anual de los personajes para escapar de su realidad impuesta por generaciones. Pero el año que viene volverán a su miseria, habiéndose gastado en las tabernas del pueblo todo el excedente ganado en ese año. Son personajes atados a un destino del que ellos mismos no quieren escapar. Tan solo Tono, el padre de Tonet, hace un esfuerzo sobrehumano para salir de la miseria, invirtiendo en campos anegados para llenarlos de arena barca a barca con el sudor de su frente y el dolor de sus brazos manejando la percha.
La enfermedad, el amor, la envidia, el poder, el honor… Blasco Ibáñez sabe representar muy bien todas estas pasiones e inmundicias humanas en sus personajes, en su historia y en su atmósfera: todo vicios y virtudes de la sociedad rural española de principios de siglo XX.
“La barca deslizábase a lo largo de la Dehesa y pasaban rápidamente ante ella las colinas areniscas, con las chozas de los guardas en su cumbre; las espesas cortinas de matorrales, los grupos de pinos retorcidos, de formas terroríficas, como manojos de miembros torturados." La historia se desarrolla en la Albufera Valenciana a principios del siglo XX. Zona inhóspita y díficil, la naturaleza invade todo el paisaje. En ella vemos un pequeño pueblo de pescadores en su día a día, luchando por sobrevivir en la más terrible de las pobrezas. El autor va de lo más amplio a lo más íntimo, así arranca con una descripción maravillosa y llena de detalles del lugar. El ritmo es lento, transmitiendo así el clima. A medida que va avanzando va haciendo foco en las personas que habitan el pueblo, el ritmo se va acelerando mientras nos va describiendo la rutina de los habitantes, las pobres viviendas de caña y barro, las embarcaciones. Así después nos mete en la historia de los Paloma, con un abuelo patriarca, pescador de ánguilas desde que tiene memoria, su hijo Tono, el cual decidió dejar el río para dedicarse al cultivo de arroz, alejado al padre. Y el hijo de él, Tonet, un vago que supo luchar en Cuba y que al regresar se dedica a holgazanear con su amigo Sangonera. Completa la familia la Borda, una niña que adoptaron al nacer y que realiza el trabajo de sirvienta. En el pueblo está Neleta, antigua novia de Tonet, casada con Cañamel, dueño de la cantina del pueblo y único con un buen pasar. Así, el autor cuenta la historia a partir del conflicto generacional entre los Paloma y a la vez el triángulo amoroso que se da entre Neleta, Tonet y Cañamel van a ir agilizando cada vez más el relato hasta llegar a una vorágine dificil de frenar. Nos encontramos ante una novela naturalista donde el lugar actúa directamente sobre los habitantes de este pueblo, condicionándolos, rigiéndolos. Blasco Ibañez se expresa de manera exquisita, utilizando modismos del lugar, maravillándonos con sus descripciones y con una historia que en el final deja al lector sin aliento y con la piel de gallina.
Cuando leí Cañas y Barro de Vicente Blasco Ibáñez no veía un libro. Siempre veo un cuadro, específicamente un cuadro de Joaquín Sorolla.
Como Blasco Ibáñez, Joaquín Sorolla fue un ciudadano de Valencia y estaba activo en la misma época, los primeros años del siglo veinte. El pintor Sorolla, también el novelista Ibáñez, fue hombres urbanos, nacido en la ciudad de Valencia. Pero muchos de los cuadros de Sorolla se muestran la vida rural, especialmente la vida rural de Valencia y específicamente muchas veces la vida de la playa, de los pescadores, de los campesinos. Además, a veces los sujetos de Sorolla estaban una fiesta con guitarras y bailarines. Esas actividades son importantes para unir una comunidad de campesinos y hay un episodio en Cañas y Barro cuando una fiesta que juega un papel importante en el libro
En su libro Cañas y Barro, Blasco Ibáñez describió la vida de un pueblo pequeño en las orillas de la Albufera. Esta región del sur de la ciudad de Valencia es muy plana, tiene mucha agua y muchos pantanos. Está la región en que arroz se cultiva. También hay oportunidades para pescar.
Los pescadores viven es una vida separada del pueblo. Es una vida solitaria. Entonces las fiestas son eventos para unir los habitantes. Estos son eventos cuando los hombres pueden encontrar a las mujeres, cuando los problemas se discuten. Siempre las escenas del libro se parecen como un cuadro de Sorolla.
La historia estará por los lectores. Es suficiente decir que es una historia de amor, de separación y, después la muerte de un marido, una tragedia. Además, es una historia de los cambios en la vida del pueblo.
Pero la cosa más importante en Cañas y Barro es una descripción de la vida de una vida perdido, de una comunidad sobreviviendo la vida dura con dignidad, trabajo, amor, conflicto y tragedia.
Blasco Ibáñez es realmente un contador de historias. No hay mucho diálogo en el libro y también hay frases en valenciano. Pero la mayoridad es descripción, descripciones del carácter, de la vida, y la escena. Es un cuadro en palabras.
Blasco Ibáñez é um dos grandes narradores espanhóis da segunda metade do século XIX e isso é notório em uma das suas obras mais conhecidas. Cañas y barro mostra o que há de mais putrefato nos agrupamentos rurais, onde as tradições, preconceitos e místicas corrompem a essência de um povo que tem muita dificuldade de mudar os distintos hábitos que os guiam desde tempos imemoriais.
É interessante a caracterização dos personagens, seus dilemas internos e como os diferentes elementos da natureza os afetam, definindo-os, a partir disso, quase como outra espécie de animal. Esse tipo de paradigma literário é bem comum num naturalismo espanhol que teve muitos autores interessantes como Pardo Bazán ou Blasco Ibáñez que, apesar de serem grandes criadores de histórias, careciam da destreza narrativa necessária para fazer suas obras realmente transcendentais. Ao meu ver, o grande problema desses escritores espanhóis da segunda metade do século XX é que não sabiam manejar bem os tempos do romance. Partem de premissas básicas, mas alongam sem necessidade certos fragmentos da trama sem necessidade, causando o sopor do leitor, que se encontra ávido pelo fim de algumas reflexões cíclicas, eternas do narrador omnisciente.
De qualquer forma, Cañas e barro é um bom romance: isso é inegável. Ibáñez conseguiu criar uma obra de muito potencial, arcos bem relacionados e um dramatismo relativamente controlado, gostoso de ler e propício para a reflexão.
Жила была семья. Дед-рыбак и его сын. Сын, несмотря на протесты и издевательства деда, решает стать фермером (а это негоже!). У деда появляется внук, который неплохо рыбачит, но вообще просто любит ничего не делать, а потом еще полюбит бухать. Внук влюбляется в девочку, но потом сваливает воевать на Кубу и возвращается не героем, но типо «воевали».
Девочка никого не ждёт и выходит замуж. Со временем внук, от нечего делать, бухает и ссорится с мужем девочки, который его долгое время терпел из-за идеи иметь общий бизнес. Тем не менее, болезни мужа подточили и он помирает. Внук и девочка скрытно встречаются, спят и, как это часто бывает, девушка залетает. При этом жениться они не могут, потому что тогда у молодой вдовы отнимут наследство. Тем не менее, ребенок рождается и девушка приказывает, чтобы внук отнес его в камыши и там оставил.
Он так и делает. Страдая.
Спустя какое-то время он идет с дедом на охоту и собака приносит то, что осталось от его новорожденного сына. Внук пускает себе пулю в лоб.
Дед рассказывает все своему сыну-фермеру и тот хоронит самоубийцу в единственном месте, где можно — в земле для поля, которое он осушал для посадок все эти годы.
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